Hoy, Miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma, días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir la Semana Santa. Desde hoy, quedan 40 días para que vivamos la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que dará comienzo el Domingo de Ramos, 25 de marzo.
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En éste se explica que al término de la Misa, se bendice e impone la ceniza hecha de ramos de olivo bendecidos en el Domingo de Ramos anterior.
La tradición de la imposición de la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces, las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un 'hábito penitencial' para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo. La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia de Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.
La ceniza es un símbolo y su función está descrita en un importante documento de la Iglesia, más precisamente en el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: “El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el
Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que
distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con
los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el
gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad
y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia
lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada
bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a
los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el
significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al
esfuerzo de la renovación pascual”.
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la
homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son
impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el
ministro dice las palabras Bíblicas: "Acuérdate que eres polvo y en polvo te
convertirás", o "Conviértete y cree en el Evangelio".
Fuente: ACI Prensa